domingo, 26 de noviembre de 2017

CENTENARIO DE LAS BATALLAS DE PASCHENDALE Y CAMBRAI

Seguimos en pleno centenario de la 1ª G.M., la guerra de exterminio a que habían llevado los ultra nacionalismos a sus ciudadanos. Curiosamente el ínclito Puigdemont ha llevado su nacionalismo obsesivo y excluyente al corazón de Flandes, donde hace 100 años se luchaba ferozmente por aniquilar al contrario; sin tener en cuenta las pérdidas propias. El pasado 16 de abril, escribía sobre el centenario de la batalla del Camino de Las Damas, que los franceses pensaban que iba a ser la última, pero tres semana más tarde la ofensiva Nivelle (el mariscal francés que la planificó y dirigió) se había estancado; dejando un número de bajas insoportable para el ejército francés que lo llevó al borde de su descomposición pues varios regimientos, hartos de tantas matanzas, se negaron a ir a primera línea. Una ofensiva complementaria del ejército inglés había resultado exitosa y eso les hizo pensar en desarrollar una ofensiva de mayor envergadura por el norte de Flandes, aprovechando el verano, esta ofensiva tenía como objetivo complementario alcanzar y neutralizar las bases de submarinos alemanas de Ostende y Zeebrügge (2º mapa) . Se llevaban consumidos tres años y nuevamente se buscaba acabar con la guerra con un golpe que rompiera el frente alemán, antes de que estos pudieran trasladar tropas del frente oriental, pues la Revolución Rusa de febrero que había llevado al Zar a prisión, no hacía presagiar buenos tiempos para tan vital aliado. El jefe de Gobierno Kerensky había garantizado a los aliados que Rusia no abandonaría la guerra hasta la victoria final, pero los bolcheviques con Lenín a la cabeza estaban presionando para obtener una paz con los Imperios Centrales que cortase la sangría humana y económica que la guerra estaba representando para Rusia. EEUU había entrado en guerra, en abril, contra los Imperios Centrales pero antes de un año no estaría en condiciones de aportar, de forma escalonada, sus tropas al frente occidental.

Campo de batalla de Flandes en la 1ªG.M. Mapa nº 1
Mapa nº 2, esquema de las ofensivas y principales batallas de la 1ª G.M. en el Oeste

Así, ultimados los planes, el 31 de julio de 1917 la infantería inglesa (la francesa estaba recuperándose) inició el ataque.Durante los primeros días la batalla transcurrió de acuerdo con lo que se había visto en los tres años anteriores: fuerte preparación artillera durante varios días, seguida de avances y contraataques con predominio de las armas automáticas y un mal uso de los tanques que nuevamente se utilizaban para aplastar las alambradas pero sin agruparse como fuerza de combate. Las líneas alemanas cedieron pero entonces, sorprendentemente para la época, cayó una lluvia histórica y el campo de batalla se tornó en un lodazal que transformó los cráteres de las bombas en trampas en que los soldados caían y se ahogaban.  Los tanque también se vieron frenados por el barro y cuando conseguían pasar, quedaban aislados y sin apoyo de su infantería; siendo presa fácil para los cañones alemanes (utilizaban los antiaéreos en tiro directo como 25 años más tarde haría Rommel con los famosos "88") y para los infantes con bombas de mano.

En su retirada, las tropas alemanas ocuparon las defensas construidas en la parte de alta del terreno, mientras los británicos se vieron forzadas a cavar sus trincheras en los campos anegados de Flandes.
Soldados ingleses  el infierno de fango.
Después de tres meses de batalla, el 6 de noviembre de 1917, el mariscal Douglas Haig declaró la victoria: habían tomado Paschendale, que estaba a sólo 8 kilómetros del lugar donde había comenzado la ofensiva en julio de ese año. Esta ofensiva también se vio forzada a una prematura parada, por dos circunstancias ajenas que hicieron retirar tropas para otros frentes. 1º.- para estabilizar el frente italiano, en franca retirada por la importante victoria de las fuerzas austro-alemanas contra las italianas, en la batalla de Caporetto. Los alemanes pusieron el práctica los regimientos de asalto, unidades entrenadas para romper las líneas enemigas y operar tras ellas. Estaban formados por soldados elegidos, con experiencia en combate y fuertemente armados. Los italianos perdieron 270.000 hombres (provocados por la testaruda actitud de su jefe Luigi Cadorna, retrasando la retirada y fusilando a varios centenares de sus hombres) que cayeron prisioneros entre el 25 de octubre y mediados de noviembre; en que se estabilizó el frente gracias a la llegada de cinco divisiones francesas e inglesas. En esa batalla inició su andadura de éxitos el entonces teniente Erwin Rommel. La segunda circunstancia era el inicio de la batalla de Cambrai, que absorbería los esfuerzos británicos que buscaban desplazando la ofensiva hacia el sur, salir del impasse del saliente de Ypres. Ver mapas 1 y 2. El saldo había resultado nuevamente desolador: 325.000 soldados muertos del bando aliado (90.000 cuerpos nunca se identificaron y 40.000 quedaron ilocalizables en el barro)  y 260.000 entre los alemanes. 

Mapa de la batalla de Paschendale. Nº 3

Para la ofensiva de Cambrai y contando con la mayor idoneidad del terreno para el uso de los tanques, el Estado Mayor inglés pensó en aplicar una técnica revolucionaria con lo aprendido en Paschendale: El ataque se desarrollaría sin ninguna preparación artillera, seis divisiones de infantería, cinco de caballería y 476 tanques atacarían en un frente de 13 km. El 20 de noviembre de 1917, avanzó la línea de tanques e iniciaron el fuego 1.000 cañones. Tres horas más tarde, se habían superado las dos primeras líneas de defensa alemanas y las avanzadillas inglesas estaban a 10 km de su línea de partida. Con pocas pérdidas inglesas se había roto el frente y hecho más de 8.000 prisioneros.


Mapa de la batalla de Cambrai.
Y por esto destaca esta batalla, por la utilización masiva de tanques por parte de los británicos para intentar tomar la zona de Cambrai. El éxito pilló por sorpresa al Alto mando, que tardó en enviar a las divisiones de caballería y cuando estas llegaron a la brecha, fueron detenidas por las pocas ametralladoras que los alemanes tenían en los aislados núcleos de defensa que los tanques dejaron tras de sí y la infantería, más retrasada, no había logrado neutralizar. 
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Bien es verdad que los alemanes desde la batalla del Somme en 1916 ya estaban acostumbrados a los tanques pero no de manera masiva. El objetivo de la ofensiva eran romper la Línea Hindenburg y al comienzo de la batalla los británicos avanzaron por el campo de batalla conquistando pequeñas posiciones y llegando a Cambrai, como los tanques no podían pasar algunas trincheras, demasiado anchas, se les ataba en el techo unas maderas para que cuando llegaran a la dicha trinchera soltar la carga para hacer una especie de puente o pasarela.
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Los alemanes durante la batalla aprendieron valiosas lecciones como la utilización de los cañones antiaéreos montados en camiones contra los tanques con munición perforante, además en la zona de Fontaine Notre Dame, donde los tanques maniobraban de forma torpe en las calles, hubo una masacre de ellos utilizando bombas de mano.
 
                                 
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El 30 de noviembre hubo un contraataque alemán con las nuevas tropas de asalto y con aviación y en solo 10 días, los alemanes recuperaron el terreno perdido; obligando a los británicos a retirarse. Los dos bandos aprendieron algo más sobre la guerra moderna y en la utilización de aviación y tanques. La batalla se saldo con una victoria alemana aunque fuera pírrica, se perdieron 90.000 soldados de ambos bandos y más de 150 tanques ingleses. Todas estas tácticas las pondrán en funcionamiento los ingleses en 1918, y los alemanes 22 años después.

Una curiosidad: entre 1.000 y 3.000 catalanes independentistas lucharon en la Legión Extranjera para ganarse el apoyo anglo-francés a su sueño independentista de los pueblos oprimidos. En el parque de la Ciudadela tienen un monumento. Otro intento fallido, terminada la guerra nadie les hizo caso.



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