lunes, 18 de abril de 2016

LA CATALUÑA INDEP. Y SU VISION DEL EJERCITO

Periódicamente se produce un aumento, visible, del desafecto de las elites catalanas hacia el ejército español y ahora con el inicio del procès estamos viviendo una de ellas. Empezamos hace un año con  la denuncia ante Bruselas del ínclito Raül Romeva, actual responsable de exteriores de la Generalitat y  hace un año eurodiputado de Iniciativa Els Verds. Este "ejemplar de fidelidad", que abandonó a sus mentores de IU para encabezar la lista de JpS que le garantizaba llegar al poder,  impulsaba una carta en la que se pedía a la UE amparo para evitar la intervención militar en Cataluña; denunciando en Bruselas que aviones militares españoles sobrevolaban Cataluña. En una entrevista de Carlos Herrera expresa "cuando a uno le pasan los cazas por encima de la cabeza, se genera incertidumbre". TOMA GEROMA PASTILLAS DE GOMA. Pasados nueve meses, como un parto, e inmersos en las declaraciones independentistas en el Parlamento y ayuntamientos, el desafecto continúa con un goteo de ofensas al ejército español y concretamente a su presencia en suelo catalán o en ferias culturales en que abre stands para ofrecer formación al voluntariado que pretende atraerse. Este desapego a lo militar, a veces asociado con el franquismo, viene de muy antiguo y a partir de ahí, intentaré su explicación; aunque lógicamente se está recrudeciendo de forma paralela a las veleidades secesionistas.



Iniciaremos el artículo partiendo de la visión pacifista que del ejército, en general, tiene la élite dirigente y para ello incluyo una entrevista de Jordi Évole a Artur Mas, antes de las elecciones autonómicas. En mitad de dicha entrevista le pregunta a Mas sobre cómo sería el ejército catalán en una supuesta Cataluña independiente a lo que éste responde que no contempla un ejército propio, sino que la defensa exterior la subcontratarían al ejército español o a otro. Esto que choca con la visión universal del ejército nacional, es un recurrente en la filosofía de los nacionalistas catalanes desde, al menos, Prat de la Riba en las Bases de Manresa; en el Estatuto no nato de mediados de los años 20 del siglo pasado y en el Estatuto de Nuria, antes de su cepillado en las Cortes Generales en 1931/32. Claro que esto no casa con el miedo a que cazas españoles sobrevuelen su territorio. Sería un ejército externo y que no pisase su suelo patrio.
Tampoco parece coherente menospreciar e insultar a quien pretendes  subcontratarle la defensa frente al peligro que actualmente representa el yihadismo en Europa y máxime en una región con una población musulmana superior a las 600.000 personas y con un alto grado de crecimiento demográfico. Salvo en Bélgica y el sureste de Francia, no es posible encontrar ese porcentaje de población: 9%. Pues bien, hemos visto el desplante y malos modos de la alcaldesa, Ada Colau, con unos militares que se acercan a saludarla en el Salón de la Enseñanza de Barcelona del pasado mes de marzo, quince días después solicitaba que no se realizasen unas maniobras en el parque de Collserola. El pasado 10 de abril se han repetido las protestas en el stand similar en Gerona y la alcaldesa Marta Madrenas ha manifestado que no se sienten "cómodos" con los valores que difunde el Ejército desde su stand y se replantean su presencia el año próximo.

Momento en el que la alcaldesa Ada Colau se muestra descortés con el oficial que se acerca a saludarla

 Esto tampoco es nuevo pues ya en 1905 el semanario satírico Cu-Cut se mofaba continuamente de los militares y sacaba a relucir su papel en la derrota del 98, que tanto había perjudicado al empresariado catalán al perder el mercado del vino y licores con las colonias.
 Cuando hartos de burlas un grupo de oficiales de la guarnición de Barcelona entró en la sede de la revista y la destrozó, sentó mal y hubo protestas de los partidos nacionalista. Aquí una versión tergiversada, por exagerada, de los daños y del nº de participantes.

Como consecuencia de estos hechos y las consiguientes protestas por parte de los partidos catalanistas, el ejército presiona y consigue la ley de Jurisdicciones para que los delitos contra los militares sean juzgados por tribunales militares y no civiles. Esta ley aprobada el 1906 tiene como reacción la formación  de Solidaridad Catalana, una alianza electoral integrada por la Lliga Regionalista, el carlismo y ciertas agrupaciones republicanas que logran una victoria aplastante en las elecciones de 1907, obteniendo 40 de los 44 diputados posibles y desplazando a los partidos dinásticos del poder en Cataluña; que nunca más volverán a ganar unas elecciones en Cataluña. Tres años después y como consecuencia del envío de reservistas a Marruecos, recordemos que los que pagaban un dinero no iban, se producen protestas en varias ciudades españolas y con mayor virulencia en Barcelona y otras ciudades de Cataluña entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909; en lo que se conoce como La Semana Trágica. El balance de los disturbios de la ciudad de Barcelona supone un total de 78 muertos (75 civiles y 3 militares); medio millar de heridos y 112 edificios incendiados (de estos, 80 eran edificios religiosos). Posteriormente se fusila a varios detenidos, 5, entre los que se encuentra el anarquista Francisco Ferrer Guardiola (Escuela Moderna) y que ya había sido acusado/sospechoso de colaborar con el atentado a Alfonso XIII, el día de su boda.

Barcelona 1909 durante la Semana Trágica

Pero no siempre Cataluña, sola o formando parte del reino de Aragón, había sido reticente a aventuras militares fuera de sus fronteras. Durante los siglos XII, XIII y XIV había sido una potencia naval en el Mediterráneo (su almirante Roger de Lauria decía que los peces necesitaban llevar el escudo de Aragón para poder moverse por el mar) y su espíritu expansionista les había llevado a salir de sus territorios para engrandecerlos con el reino de Valencia e intentarlo con el de Murcia que al final cede a Castilla a cambio de dejar el vasallaje que tenía con ella. Conquista las islas Baleares, Sicilia, sur de Italia e incluso participa como aliado de Bizancio con su Compañía Catalana (los famosos y temidos Almogávares y su jefe Roger de Flor). De la región de Tracia nos llega el refrán: que la venganza de los catalanes caiga sobre ti. En Bulgaria las expresiones "Catalán" e "Hijo catalán" significan "hombre malvado, sin alma, torturador".  Pedro II participa decisivamente con 1000 caballeros en la decisiva batalla de las Navas de Tolosa (1212) aunque al año siguiente muere en la batalla de Muret en defensa de los albigenses frente a los cruzados y el rey de Francia (Libro La Sangre de los Inocentes de Julia Navarro, muy recomendable).

Roger de Flor y los almogávares de la compañía catalana en Bizancio


La lucha de los ejércitos catalanes se mantiene hasta que la guerra de los cien años, 1345 a 1445, alcanza indirectamente a los reinos peninsulares y se entremezcla con la peste negra que nos asola en la segunda mitad del S.XIV y coincidiendo con varias hambrunas reduce la población en más del 25%. Coinciden las dos guerras civiles castellanas: la de los Trastamara Pedro El Cruel y su hermano Enrique (Batalla de los Campos de Montiel en marzo de 1369) y la de los partidarios y contrarios a Isabel, 100 años después. Aragón sufre mas que ninguno la peste negra y sus luchas con el rey de Francia que quiere hacer valer sus derechos de vasallaje y las guerras entre campesinos y nobles (la Biga y la Busca), que termina en empate pero con un reino desangrado y descabezado. AQUI SE PRODUCE EL GIRO EN LA ACTITUD MILITAR Y A PARTIR DE ENTONCES RARA VEZ EJERCITOS CATALANES SALEN DE SU TERRITORIO. Se movilizan para defender sus fueros pero sus ansias militaristas quedan en el olvido, salvo que las relacionen con el independentismo como muchos de los 12.000 catalanes que lucharon como voluntarios en el bando aliado durante la Iª G.M.

Voluntarios catalanes en la Iª G.M. convencidos por Joan Solé i Pla

La Guerra de los Remensas, una revuelta popular contra las presiones señoriales, terminó tras una década sin un resultado definitivo. Fernando II, el Católico, concluyó el conflicto con la Sentencia Arbitral de Guadalupe el 21 de abril 1486, aceptada en Amer el 8 de noviembre, en que se abolen los malos usos (derechos y abusos señoriales que obligaban a los siervos a permanecer anclados a su señor, ver esta época reflejada en el libro de Ken Follett, Un mundo sin fin) a cambio del pago de una indemnización de los remensas a los señores feudales. El mayor apoyo a la rebelión abierta vino de los campesinos más pobres (en su mayoría de la Plana de Vic, Ampurdán y el Vallés) y de los pequeños propietarios. Los campesinos, encabezados por Francesc de Verntallat, lucharon principalmente en el interior montañoso. Núcleo que posteriormente, 1823,28,33.., defendió los derechos viejos en las guerras de los agraviats y carlistas del S.XIX.

Placa conmemorativa de la aceptación de la Sentencia de Guadalupe


Era el fin de una guerra tan desastrosa que el vencedor no pudo (y quizá tampoco quiso) ser vengativo: En la sentencia arbitral quedarán abolidos los "malos usos", como el "derecho de maltratar" que tenían los señores sobre los campesinos. Los campesinos pueden obtener la libertad personal mediante el pago de una suma de sesenta sueldos, a pagar en un año o en varios. Además se establece el derecho a que el campesino pueda permanecer en la parcela de tierra pagando un alquiler de larga duración al señor y que dicho arrendamiento se pueda transmitir a los herederos. Las Cortes con sus estamentos de Nobleza, clero y pueblo quedan con un poder importante frente al poder real. Mientras tanto en Castilla la nobleza levantisca ha sido derrotada y las Cortes pierden poder frente a los Reyes.
Durante el SXVI Aragón en general y Cataluña en particular quedan relegados a un papel secundario y es Castilla la que con su pujanza vital y demográfica (seis veces mayor que Aragón) forja un Imperio con muy baja participación catalana que incluso ve desaparecer su pujanza en el Mediterráneo ante los berberiscos norteafricanos y el imperio turco. Cataluña participa poco en el comercio Atlántico, reservado inicialmente por Isabel para Castilla pero luego abierto por su nieto Carlos I (con la condición de que el tráfico marítimo debía pasar por Sevilla). Entre 1520 y 1522 los comuneros (la burguesía de las ciudades) pierden poder en Castilla y simultáneamente en Valencia y Mallorca (guerra de las Germanías). Estamos pues en un momento clave: poder real absoluto en toda la península menos en Aragón y Cataluña; aquí para recabar dinero había que reunir a las cortes y convencerlas, empezando por resolver los agravios que estas presentaban el primer lugar. Costumbre repetida con Felipe V; Almirall con Alfonso XII,..., hasta Artur Mas con Rajoy.
Llegamos así a otro hito importante LA UNION DE ARMAS, intento del Conde Duque de Olivares en 1626 de crear un ejército estable en base a las aportaciones de los diversos reinos que componían la Monarquía. Estas aportaciones en hombres y sueldos se establecerían en función de rentas y demografías. Pero las cortes menos controladas por el poder Real, de Portugal y Aragón/Cataluña, se niegan en plena Guerra de los 30 años y acabada la Tregua de los 12 años con Holanda. Esto pilla a Castilla asfixiada y cuando traslada tropas a Cataluña para defender la frontera con Francia , surgen abusos y enfrentamientos con la población local y el jueves de sangre de 1640 se produce el levantamiento; coincidente con el de Portugal y uno menos conocido en Andalucía por el Duque de Medinaceli. En este momento, una vez asesinado el Virrey, se pide ayuda a un ejército exterior para que les defienda. El Rey francés no desaprovecha la ocasión y se hace nombrar Conde de Barcelona y coloca a sus agentes en los principales lugares de decisión. Tras doce años, los catalanes comprueban que se vivía mejor con el resto de los españoles y piden ayuda a Felipe IV para expulsar al francés.
Pasan 50 años y Carlos II, el hechizado, muere sin sucesión y para ocupar el trono se postula Felipe V que entra en España por Cataluña. Tras jurar sus Cortes, recibe el voto de fidelidad que luego venden al mejor postor cuando el aspirante austríaco apoyado por la flota inglesa se presenta frente a Barcelona. Entramos así, de una forma un tanto chusca, en la guerra de Sucesión que acaba en septiembre de1714 con la caída de Barcelona, origen de la Diada. Terminada la guerra, Felipe V sustituye los viejos fueros por el Decreto de Nueva Planta que se aplicaría en Cataluña. El objetivo del Decreto, según José Patiño era «que la autoridad real quede por encima de la ley y que la  monarquía  recupere la  potestad  de dispensar  gracias y oficios,  y la  de tributar  sus  vasallos  al modo justo  que  le  pareciere » Lo cierto es que significó un empujón a la decaída Cataluña y el comienzo del auge y esplendor del comercio con América y desarrollo de la naciente industria en el S.XVIII y XIX.
En los S.XVIII y XIX, España y por tanto Cataluña somos una potencia de segundo o tercer nivel y participamos en escasas aventuras exteriores salvo en América y contra Napoleón. Son guerras internas como las carlistas. Solo salimos fuera durante el intento de O´ Donnell de reforzar el sentimiento de nación con aventuras imperialistas: Méjico, Vietnam y Marruecos, 1859/60. ( Los Voluntarios Catalanes, tras participar en las Batallas de Tetuán y Wad-Ras, regresaron a casa. Volvieron 237 de los 466, con pensiones garantizadas en función de la condecoración recibida y un ofrecimiento por parte de la Diputación de Barcelona de trabajo en alguna de sus obras).
Cerramos el S.XIX, enlazando con el inicio del artículo cuando Prat de la Riba en sus bases de Manresa, 27/03/1892:

Base 12ª.- Cataluña contribuirá a la formación del ejército permanente de mar y tierra

por medio de voluntarios o bien mediante una compensación en metálico previamente
convenida como antes de 1845.

En la Guerra Civil, el ejército se desmoviliza, como en el resto, pero la Generalitat no aporta, de forma significativa, hombres al ejército popular hasta mediados de 1938 cuando las tropas de Franco pisan suelo catalán después de haber llegado al Mediterráneo. En noviembre del 36 a la defensa de Madrid llegan columnas anarquistas con Durruti pero más a defender sus conquistas sociales que a la República de Azaña, Fernández de los Ríos...En enero de 1939, terminada la batalla del Ebro en noviembre anterior, entran los nacionales en Cataluña y la ocupan en poco más de un mes; desoyendo las proclamas del tío/abuelo de Pilar Rahola y que Puigdemont ha rememorado nuevamente.




Nuevamente recordamos como se desperdició el S.XIX para forjar una identidad nacional y en esa línea no ayudó que, por la escasez de recursos, el ejército se formase por nobles en lo alto del escalafón y por soldados "de cuota" en el resto. En Francia, Alemania.. el ejército lo forman todos los ciudadanos y aquí solo van los que no tienen dinero para evitar la recluta o para buscar un sustituto. El Estado pretendía pagar con el dinero de la cuota el gasto del resto; injusto y motivo no solo de desapego sino de odio a lo militar en las clases humildes. Esto mejoró con el servicio militar obligatorio, pero era tarde. Servicio obligatorio que terminó en 2001 con Aznar.

Cataluña ha mantenido su baja militarización desde hace 500 años y en esa línea siguen pero ahora con una mayor oposición a la presencia del ejército nacional,  pues pretenden visualizar en el mismo al opresor y de ahí sus repetidos desprecios y la búsqueda de tensiones militaristas como que aviones españoles sobrevuelen Cataluña. Actualmente el ejército, además de su función preventiva, si quieres la paz, prepárate para la guerra, es una salida a la crisis que puede atraer a jóvenes con vocación o simplemente por un trabajo remunerado; los ejércitos siempre se han nutrido de personal que recibía una paga o soldada. ¿Es poco respetable o deseable para un joven seguir una carrera en la milicia, con 255 oficiales egresados con títulos de ingeniería en 2015 con el nuevo modelo profesional; 950 suboficiales con un título de técnico superior, y formación para la tropa con intención de que alcance un título de técnico de grado medio? ¿O es que solo hay que aspirar a ser profesor de Políticas en la Complutense?.












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