domingo, 24 de mayo de 2015

Como Mussolini ayudó a Hitler a perder la IIª G.M.



Aunque el título suene raro, refleja la verdad de lo que ocurrió. En estas fechas, de mayo del 39, Mussolini empezó a ganar la IIª Guerra Mundial para los aliados, al firmar el llamado Pacto de Acero en Berlín el 22 de mayo de 1939; 24 años después de que Italia vendiera/traicionara a sus aliados alemanes y austriacos, al entrar en guerra contra ellos el 23 de mayo de 1915, un mes después de firmar en Londres un pacto secreto con ingleses, rusos y franceses que le ofrecían parte del territorio austriaco. Italia tenía firmada con Austria y Alemania, la Triple Alianza desde 1887 (renovada varias veces).


 
Durante la guerra de Abisinia en 1935, exitosa para Italia frente a un país pobremente armado, Mussolini mostró un músculo militar con buenos tanques y aviación, para la época. Posteriormente durante la guerra civil española también su aviación estaba a la altura de la alemana y rusa, si bien sus cazar biplanos tenían sus días contados, aunque no lo entendió al contrario que rusos y alemanes que pasaron a cazas monoplanos. Italia no sacó conclusiones adecuadas de nuestra guerra, donde su infantería también sufrió cuando se enfrentó al ejército Popular en Guadalajara e incluso en las batallas victoriosas contra soldados en retirada y de las que las brigadas navarras les debieron sacar del atolladero más de una vez.
 
Mussolini vendió una fortaleza militar de la que carecía y ahí engañó a su aliado alemán, que durante el intervalo mayo del 39 a mayo del 40 fue capaz de organizar varias divisiones acorazadas con carros medios como los Panzer II y III, muy superiores a los M-13/40 italianos. Al empezar la verdadera guerra mundial en mayo de 1940, la derrota de Polonia era previsible por la diferencia entre ambos países, Alemania disponía de varios miles de cazas y bombarderos de primer nivel e Italia salvo los pocos bombarderos Saboya Marchetti 79 (poco defendidos) y los tampoco abundantes cazas Macchi c.202 Folgore, no tenía nada equivalente a los cazas ingleses con los que iba a enfrentarse; tan es así que su aportación a la Batalla de Inglaterra en el verano de 1940 fue deplorable y tuvieron que retirarse.

Caza italiano CR-32 en la IIª G.M. y en la G.C. de  España


Caza alemán BF-109 en la IIª G.M. y en la G.C.
 
 
Alemania creía contar con un potente aliado y se encontró con un cúmulo de problemas y enfrentamientos que no deseaba por su ubicación, Norte de África, ni por la pérdida de tiempo y energías en Grecia y Yugoslavia.
 
Desde la firma del Pacto de Acero, Franceses e Ingleses intentaron convencer a Mussolini de que cambiara de bando como había hecho 24 años antes. Los generales italianos avisaron al Duce de que hasta 1943 no estarían en condiciones de enfrentarse a los franceses y que si quería ayudar a Alemania lo mejor era mantenerse neutral y así ayudar a romper el bloqueo que la marina inglesa y francesa ejercerían sobre los alemanes y austríacos (ya unificados).
 
Iniciada la guerra, Italia se declaró no beligerante y siguió escuchando cantos de sirena de una y otra parte. El pueblo italiano deseaba la paz y no tenía buen recuerdo de los escasos beneficios de su entrada en la Iª G.M., donde tuvo muchos muertos para un botín escaso y menor del ofrecido en el Tratado de Londres de 25 de abril de 1915, un mes antes de entrar en guerra.
 
Así se llegó al 10 de mayo de 1940 en que las tropas alemanas rompen el frente francés por Sedán y 12 días después llegan al Canal y aíslan al ejercito franco-británico de sus bases. Diez días después, terminada la evacuación de Dunkerque se cierra la bolsa y se rinden los ejércitos situados al norte del corte y las tropas alemanas giran 180º y se dirigen hacia París, mientras derrotan a los ejércitos que encuentran a su paso y neutralizan la Línea Maginot. Francia está derrotada y así lo entienden los italianos que se llenan de ardor patriótico y quieren hacerse con parte de los territorios franceses de ultramar (en Túnez hay una potente colonia italiana), Corcega e incluso Malta (inglesa) para lo que declaran la guerra a Francia e Inglaterra el 10 de junio; diez días antes de la rendición total de los franceses.
 
La declaración de guerra se hizo con un emocionante discurso que Mussolini lanzó en público desde el Palacio Venecia de Roma. A continuación las tropas italianas penetraron en los Alpes Franco-Italianos sufriendo 1.247 muertos para conquistar únicamente la ciudad de Mentón. Por suerte para los italianos, cuando se firmó el Armisticio con Francia Italia logró recuperar sus antiguos territorios de Niza y Saboya, además de anexionar Córcega.


Mussolini declara la guerra ante una muchedumbre enfervorizada

Mussolini da orden de atacar a los franceses aunque sabe que sus soldados no están preparados pero siguiendo los consejos de su jefe de estado mayor para tener unos cientos de muertos a la hora de sentarse en la mesa de los vencedores, junto a su aliado alemán. Las escasas tropas francesas se defendieron bien e incluso su escuadra se atrevió a bombardear bases navales del norte de Italia sin que la marina ni la aviación italiana respondiera adecuadamente.

Aprovechando la supuesta debilidad inglesa, Mussolini presiona a sus generales para que desde Libia avancen hacia el Canal. Italia dispone en el norte de África de más de 250.000 soldados, la mayor parte metropolitanos, apoyados por aviación y tanques medios M-13/40 y pequeñas tanquetas Fiat-Ansaldo con un blindaje escaso (denominadas latas de sardinas por sus propios usuarios. El avance, iniciado el 13 de septiembre de 1940, fue lento y ralentizado por el hostigamiento de las tropas ingresas del desierto, penetrando los soldados italianos hasta el territorio egipcio de Sidi el Barrani, donde se detuvieron por una orden del Duce. Mucha más suerte tuvieron las tropas italianas en la conquista de la Somalia Británica que anexionaron al Imperio. Otras porciones de territorio conseguido a costa de Gran Bretaña se obtuvieron con exitosas ofensivas en Sudán y Kenya. Aquel fue el momento de máxima expansión del Imperio Italiano de Mussolini.
Tanques italianos M-13/40

Los ingleses disponían de unos efectivos de 30.000 hombres, muchos de ellos indios y australianos que aprovecharon la detención de los italianos para entrenarse en la guerra del desierto que iban a afrontar. Estaban bajo el mando del general Archibald Wavell, que con el General O´Connor al frente lanzó una gran ofensiva que hizo retroceder a las tropas italianas por territorio egipcio hasta la frontera libia. Las tropas británicas, aprovecharon su ventaja en carros, sobre todo con los Matilda, para rodear y aislar los puntos fortificados italianos, utilizando el desierto y no solo la carretera costera. Los derrotaron estrepitosamente y los hicieron retroceder mas allá de Tobruk hasta El Ageila, dejando atrás más de 200.000 muertos y prisioneros (la mayoría).
Tanque Matilda dominador del desierto en 1940
 
 
 Ante el desastre los alemanes tuvieron que enviar dos divisiones, una acorazada y otra mecanizada ligera, germen y núcleo del famoso África Korps dirigido por Rommel, apodado el Zorro del desierto que hizo retroceder a los ingleses, pero esa es otra historia. El 13 de mayo de 1943 termina la presencia de las tropas alemanas en el Norte, al rendirse en Túnez. En total su ayuda a los italianos les costaron a los alemanes más de 250.000 hombres, entre muertos y prisioneros, y numeroso material aéreo y terrestre.
 
Tanque Mark III en el desierto en 1941
 
Mussolini había conseguido que Hitler desviara a un frente totalmente indeseado, el Norte de África, tropas, aviones, tanques y oficiales que habría necesitado en la operación Barbarroja, la invasión de Rusia, que es donde se jugaba el resultado de la IIª G.M.

Peor fue el desastre en Grecia cuando Italia decidió invadir el país el 28 de octubre de 1940, sin previo aviso a su socio y aliado, pues a los pocos días de traspasar la frontera griega, todo el Ejército Italiano estaba en retirada. Repiten los italianos con una segunda ofensiva y son nuevamente rechazados por los griegos y algo de ayuda inglesa que empieza a llegarles. La catástrofe hizo temblar a Italia cuando las tropas griegas cruzaron la frontera con Albania y arrebataron casi la mitad del Protectorado a los italianos. Por lo cual Alemania, Hungría y Bulgaria tuvieron que intervenir en su ayuda en el mes de abril de 1941.

 
 
Nuevamente Mussolini había conseguido distraer tropas alemanas y retrasar el inicio de la Operación Barbarroja. Este retraso resultaría fatal cuando los soldados alemanes llegaron a las puertas de Moscú con mas de un mes y medio de retraso, a mediados de diciembre en vez de a finales de octubre y se toparon con el mas crudo invierno.
 
Sobre el Mar Mediterráneo la campaña italiana resultó otro desastre porque era incapaz de proteger sus convoyes a raíz del error de no haber conquistado la Isla de Malta cuando estaba desprotegida al inicio del conflicto y los ingleses la utilizaban para hostigar a los barcos que llevaban relevos y materiales al África Korps.

En Stalingrado los rusos rompieron las líneas italianas y rumanas para envolver al 6ª Ejercito de Von Paulus y llevar a la pérdida de más de 250.000 soldados alemanes y todo su equipo.

Cuando en julio de 1943 los aliados pusieron pie en Sicilia,  el Rey Vittorio Emanuele III ordena detener a Mussolini y nombra jefe de gobierno al Mariscal Badoglio. Firman la rendición con los aliados y en octubre declaran la guerra a Alemania .En ese tiempo los soldados alemanes desarman a  los soldados italianos y ocupan media península. La rendición sin lucha de los italianos abrió bases para que los aliados bombardeasen el sur de Alemania y los pozos de petróleo rumanos. Nuevamente los alemanes perdieron soldados y materiales, si bien entretuvieron a varios ejércitos aliados, labor que les habría correspondido a los tan envalentonados italianos de tres años antes.

En resumen, Mussolini engaño a Hitler y con su irresponsabilidad al inmiscuirse en una guerra para la que no estaba preparado, perjudicó a su aliado. Con los italianos neutrales a los alemanes les habría ido mucho mejor.





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